La grada flaqueó y Mauricio Pochettino decidió reactivarla poniendo en el tapete la bala que se había guardado: Neymar, dos meses y medio ausente, teñido de rubio platino para su retorno, chándal del parís saint germain jaleado por una hinchada para la que nada es suficiente y que se la agarró con Sergio Ramos del otro lado de la línea de cal. Mbappé siguió abusando de Daniel Carvajal y a la hora de juego se escapó del español, chandal psg hombre que lo derribó en el área.